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Meditacion en las escuelas Silvina Vergara

Observando, «Tiempo de silencio» – estrategia para reducir el estrés que se utiliza en varias escuelas de San Francisco, secundarias y preparatorias, así como en las escuelas dispersas alrededor del área de la bahía – parece algo fuera de la década de 1960 cantando-OM. Dos veces al día, suena un gong en las aulas y adolescentes inquietos, que normalmente no pueden sentarse quieto por 10 segundos, cierran los ojos e intentan despejar sus mentes. He pasado mucho tiempo en escuelas urbanas y nunca he visto algo igual.

Esta práctica – renombrada meditación – merece gran atención de los padres y las autoridades. Una impresionante variedad de estudios muestra que integrar la meditación en la rutina diaria de la escuela, puede mejorar las vidas de los estudiantes. Si las escuelas de San Francisco según el superintendente (Richard Carranza) que tiene a cargo, bien podría extenderse en toda la ciudad.

Lo que está pasando en Visitación Valley Middle School, que en 2007 se convirtió en la primera escuela pública en todo el país en adoptar el programa, muestra por qué el superintendente es tan entusiasta. En este barrio, los tiroteos son tan comunes como el canto de los pájaros – nueve asesinatos se han registrado en el mes pasado – y la mayoría de los estudiantes conocen a alguien que está herido o hizo los disparos. Los asesinatos son tan frecuentes que la escuela emplea a un psicólogo en un horario de tiempo completo.

En años anteriores, estos estudiantes estaban, en gran medida fuera de control, con frecuencia había combates en los pasillos, garabatos grafiti en las paredes e insultaban a sus maestros. Las tasas de ausentismo fueron las más altas de la ciudad, así como también suspensiones por el desgaste, los profesores rutinariamente se reportaban enfermos.

Como era de esperar, el rendimiento académico sufrió. La escuela intentó todo, desde consejería de apoyo, tutorías después de escuela y los deportes, decepcionantemente con muy poco efecto.

Ahora estos estudiantes están ¡rindiendo mejor! Años luz. En el primer año donde se aplicó «Tiempo de silencio», el número de suspensiones cayó en un 45 por ciento. Dentro del curso de cuatro años, la tasa de suspensión fue entre las más bajas de la ciudad. Las tasas de asistencia diaria subieron a 98 por ciento, muy por encima de la media en toda la ciudad. Los promedios han mejorado notablemente. Alrededor del 20% de los egresados ingresan a Lowell High School – antes de Tiempo de Silencio, hacer ingresar a cualquier estudiante de esta élite secundaria era una rareza. Sorprendentemente, en la encuesta anual California Healthy Kids, estos jóvenes de secundaria registraron los más altos niveles de felicidad en San Francisco.

Los informes son igualmente positivos en las otras tres escuelas que han adoptado Tiempo de silencio. En la escuela secundaria de Burton, por ejemplo, los estudiantes en el programa, informan significativamente menos estrés, depresión y una mayor autoestima. Con los niveles de estrés más bajos, se ha logrado notablemente, especialmente entre los estudiantes que han estado rindiendo peor académicamente. Las calificaciones aumentaron dramáticamente, en comparación con aquellos que no estaban en el programa.

En la prueba del logro de California, los estudiantes en escuelas de tiempo de silencio los estudiantes duplican la eficacia en inglés, en comparación con los estudiantes de las escuelas similares donde no existe el programa, la diferencia es aún mayor en matemáticas. Los maestros reportan que tienen más resistencia y menos agotamiento emocional.

‘La investigación está mostrando grandes efectos sobre el rendimiento de los estudiantes,’ dice el superintendente Carranza. “Nuestras nuevas normas de rendición de cuentas, que estamos desarrollando en conjunto con los otros grandes distritos de California, enfatizan la importancia de los factores socio-emocionales en la mejoría de la vida de los niños, no sólo académicos. Ahí es donde el descanso puede tener un impacto importante, y me gustaría verlo expandirse más allá de un puñado de escuelas. »

Mientras que el silencio no es una panacea, es un gran cambio para muchos estudiantes que de lo contrario podría haberse convertido en abandonos. Esa es razón suficiente para hacer la meditación un elemento básico de la escuela y no sólo en San Francisco.

David L. Kirp, profesor de políticas públicas en UC Berkeley, es el autor de ‘ Eruditos Improbable: el renacimiento de un distrito escolar de Great American y una estrategia para las escuelas de Estados Unidos. »

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Fuente original http://www.sfgate.com/